El hormigón es uno de los materiales de construcción más utilizados en el mundo. Pero se puede ver afectado por una de las patologías más comunes. Nos referimos a la corrosión de las armaduras de acero que hay en su interior. Se produce principalmente por la aparición de fisuras, generalmente por recubrimientos insuficientes en las barras de acero. Un ejemplo típico de este fenómeno sucede en las cornisas de muchos edificios. Pero este problema tienen un remedio relativamente sencillo, porque científicos de la Universidad de Delft (Holanda) encontraron la forma de fabricar biocemento. Es un material autorreparable, mediante bacterias que en presencia de agua producen caliza.
El truco está en fabricar un cemento especial con unas pequeñas cápsulas de cerámica. Estás cápsulas contienen esporas de bacterias, y el nutriente que las mantiene vivas: lactato cálcico. Las esporas permanecen latentes hasta que entran en contacto con el agua. Entonces es el momento en el que las bacterias dan paso a la producción de la calcita. Se produce así el relleno de las fisuras presentes en el cemento.
Estos trabajos de investigación revelaron que con este procedimiento es posible sellar grietas de hasta 0,5mm, todo ello en laboratorio. Ahora se trabaja para conseguir en condiciones reales el sellado de grietas más anchas, y hacer que este biocemento se pueda comercializar como el resto de materiales de construcción.
Más información en la Universidad de Delft. A partir de un artículo de Discover.
Me parece una noticia muy interesante, sellar grietas en el hormigón combinando biología e ingeniería civil, un artículo conciso y fácil de leer. Gracias.
Muy buena noticia :)