Lo que viene a continuación puede que sea una auténtica revolución en la arquitectura prefabricada. Esta colección de fotografías son de una empresa china que construye edificios de apartamentos y mansiones. El punto interesante está en la tecnología que utiliza, convirtiéndose en la primera compañía del mundo capaz de producir arquitectura por impresión 3D. Se vale de una máquina que tiene 6 metros de altura, 10 de ancho, y una longitud de 40.5 metros.
No se trata de imprimir todo el edificio de golpe, como vimos en la idea de Contour Crafting. Aquí se van imprimiendo diferentes elementos estructurales por separado, y luego en el sitio se ensamblan. Además de la rapidez con la que se consigue levantar un edificio (un 70% menos de tiempo), este método permite un ahorro de mano de obra (80%) y de materiales (60%). Por eso el mercado chino parece espacialmente indicado para ello (construir muchas casas en poco tiempo).
En la parte técnica hay que decir que la «tinta» utilizada para imprimir es una especie de hormigón, compuesto de residuos de construcción reutilizados, residuos industriales, y otros materiales reciclados. En esa mezcla hay además arena, un aditivo de endurecimiento, y fibra de vidrio que aporta cualidades aislantes.
Según la información que hay en la web de la empresa constructora Winsun, los elementos estructurales tienen refuerzos con armadura de acero. Los muros poseen una gruesa cámara de aire que mejora su aislamiento. Pero falta por saber si esta arquitectura por impresión 3D cumpliría los códigos técnicos de construcción del mundo occidental.