
Nos hemos encontrado con la noticia de que un científico de la Case Western Reserve University ha descubierto que incorporando nanotubos de carbono en el material plástico con el que tradicionalmente se fabrican las aspas de las turbinas eólicas, se podría mejorar la eficiencia a la vez que se reduciría el mantenimiento. Los resultados de dicho estudio revelan que las turbinas, aparte de ser más ligeras, podrían fabricarse más grandes, produciendo por tanto más energía:
Los investigadores descubrieron que los nanotubos de carbono son más ligeros por unidad de volumen que los de fibra de carbono y aluminio, alcanzando una resistencia a la tracción 5 veces superior que la fibra de carbono y 60 a la del aluminio.
A estas atractivas ventajas tendríamos que añadir la de la durabilidad, ya que ensayos de fatiga sobre el poliuretano armado con nanotubos de carbono duraron 8 veces más que las de epoxi reforzada con fibra de vidrio. El rendimiento también superó en las pruebas al viniléster reforzado con fibra de vidrio, un material muy utilizado en la fabricación de la palas de los aerogeneradores. Lo que no queda muy claro es si el posible incremento en el coste de producción se vería compensado por la mayor eficiencia.
A partir de una noticia en Ecogeek.