Estas viviendas de madera pertenecen a una promoción próxima a un campo de golf en Woodlands (Suecia), con hermosas vistas. Se construyeron con toda la buena intención de crear las mejores condiciones de habitabilidad. Se han diseñado y organizado de tal manera que puedan disfrutar de la mejor panorámica, y para tener un óptimo aprovechamiento de la luz solar, sin que ello ponga en riesgo la privacidad. Son un total de 59 casas de 92, 119, y 152m2 de superficie construida.
Cada una de estas viviendas está construida ligeramente elevada del terreno, soportada por unos pilotes. Esto tiene sus ventajas y sus inconvenientes, pero probablemente se ha optado por esta solución constructiva para no tener que hacer modificaciones en cada una de ellas, según la topografía, y así tener nada más que 3 modelos a construir.
Centrándonos en el análisis del modelo más pequeño (tipo A), por ser lo más parecido a un refugio, diremos que tiene unas medidas perfectas para alojar a una pareja (70m2 útiles), a lo sumo con un hijo. Decimos esto porque uno de los dormitorios podría utilizarse como estudio. El único inconveniente lo encontramos en el cuarto de baño, que no tiene ventilación directa al exterior.
No vamos a caer en el error tan común de decir aquello de que «es una arquitectura que se integra en el paisaje«. Nos parece una frase hipócrita, errónea en su concepto, y lo peor de todo: que se presta a manipulaciones. Estas casas de madera son sencillamente elegantes, y quedan muy bien en este entorno. Pero posiblemente casi en cualquier otro lugar del mundo. Otra cosa es que fueran aptas para cualquier climatología.
Es un proyecto de Henning Larsen Architects. Fotos de Kontraframe.