La forma de esta estructura no es gratuita. Se diseñó como representación de la interacción entre los fotones y electrones en las células fotovoltaicas, durante la producción de electricidad. El resultado es una gran escultura estimulante y con forma desafiante, a la que se puede acceder. Además tiene la capacidad de producir electricidad para la comunidad local, gracias a los paneles fotovoltaicos distribuidos en algunos de sus elementos.

El soporte de dicha obra es una serie de elementos prefabricados, a partir de perfiles de acero, recubiertos de hormigón pigmentado. Tiene el aliciente de que tales elementos pueden modificar su posición en cualquier momento, quitarse o ponerse, cambiando completamente la forma final de la escultura. Los que están mejor orientados son los que llevan adherida la película fotovoltaica.

Según estimaciones del arquitecto, en un día soleado estos paneles solares son capaces de generar hasta 10.000w de potencia eléctrica, sin dejar de lado el refugio que podría suponer para los transeúntes que quieran protegerse del sol.
Es un proyecto del arquitecto Michael Jantzen.
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