Cada día la Tierra recibe millones de kw que son desaprovechados, y todo porque aún no tenemos la tecnología adecuada para capturar toda la energía solar que necesitamos, por el precio de los equipos y por la poca eficacia que tienen. Un grupo de científicos de la Universidad de Quebec puede que haya descubierto la manera de cambiar esto con células solares más baratas de producir, y que también son más eficientes.
El estudio se basa en la célula solar Graetzel, también conocida por el largo e incómodo nombre de “célula solar sensibilizada por colorante” (en inglés: dye-sensitized solar cells), inventada por Michael Graetzel en 1991. El principal inconveniente de este tipo de célula solar es que se creaba con un electrolito muy corrosivo y un cátodo cubierto por platino, que no es precisamente barato. La proeza de los investigadores canadienses está en que han conseguido producir estas células electroquímicas sin un electrolito corrosivo y con un cátodo de sulfuro de cobalto, que es más económico y eficiente.

Universidad de Quebec. Visto en Inhabitat.
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