General Electric (GE) está trabajando en el desarrollo de un sistema que permita capturar CO2 de las plantas de carbón. La idea es utilizarlo para impulsar unas turbinas que puedan generar electricidad por la noche. Este método resolvería dos grandes inconvenientes que los investigadores han intentando superar durante décadas. Por un lado almacenar energía solar para que pueda ser utilizarla en horas punta, cuando el sol se ha puesto. Y por otro lado, darle una utilidad al CO2 capturado de las plantas de carbón (¿evitando el cierre de ellas?).
Este sistema nació para crear grandes baterías solares en las centrales térmicas solares. Son esas que emplean espejos (heliostatos) para calentar un fluido (sales fundidas) y posteriormente generar electricidad. Con la propuesta de GE, el dióxido de carbono capturado se almacena bajo tierra en estado sólido (hielo seco). Entonces al ponerse el sol se puede aprovechar el calor de la sal fundida para calentar el hielo seco. La idea es pasarlo a un estado crítico entre gas y sólido. Basta simplemente canalizar este CO2 hacia unas turbinas (sunrotor) para que se genere electricidad en esas horas punta.
Según GE, el diseño final de este sunrotor sería capaz de producir hasta 100 megavatios de «rápida electricidad» por unidad instalada. Este sistema no solo se podía aplicar a las centrales de carbón, sino a cualquier proceso en el que se desperdicie calor. Esta tecnología podría hacer que las plantas que queman gas fueran entre un 25 – 50% más eficientes, ya que se aprovecharían los residuos de escape, rediciendo significativamente las emisiones de dióxido de carbono.
Por ahora se trata de una idea que está en su primera fase. Por eso sus desarrolladores están trabajando intensamente para poder colocar este producto lo antes posible en el mercado. Se estima que para ello habrá que esperar una década.
Descubrimos este método para capturar CO2, en un artículo de Engadget.