La mejor forma de integrar la arquitectura con el paisaje, pasa por utilizar vegetación como material de revestimiento exterior. Y es que no hay nada más idóneo que hacer uso de la propia naturaleza para llevar a cabo tal cometido. Ya sabemos de las ventajas de las cubiertas ajardinadas, aumentando el aislamiento y disminuyendo la escorrentía de las aguas pluviales. Pero también las fachadas vegetales tienen mucho que decir al respecto.
Un ejemplo lo hemos encontrado en esta vivienda situada en las afueras de la capital belga. En ella dos de su tres fachadas, además del tejado, están cubiertas de vegetación. En cambio la fachada situada al oeste es totalmente plana, y de vidrio. La construcción tiene en realidad un uso mixto, ya que también es lugar de trabajo para el propietario (un cineasta). Las especies fueron elegidas por el conocido artista botánico Patrick Blanc.
Del resto no hay mucho que contar, salvo la disposición de los dormitorios con doble altura. Eso deja el cuarto de baño y zona de estudio en el nivel inferior, para situar la cama en un altillo; también hay un interesante lucernario, y algunos revestimientos de madera. Los planos de planta y secciones explican su organización, aunque hay que aclarar que despistan un poco.
Este proyecto fue realizado por los arquitectos de Samyn and Partners. Fotos de Andrés Fernández y de Marie-Françoise Plissart.