Podíamos llegar a pensar que este mueble se ha diseñado para personas con ADHD*, pero en realidad es para todo el mundo. El hecho de que MOOV sea una versión de la típica silla en voladizo no es casualidad, porque aquí de lo que se trata es que la silla tenga movimiento. ¿Por qué esta característica? pues porque gracias a las propiedades de los materiales piezoeléctricos, la silla MOOV es capaz de generar electricidad con los movimientos que el usuario produce.
Pero ahí no acaba la cosa, porque para hacer realmente útil este mueble, su creadora le dotó de capacidad de almacenamiento (batería). Además incorpora un puerto USB, que está escondido en el frontal de su apoyabrazos, con el fin de recargar un smartphone o una tableta.
La estructura principal de esta silla está hecha con un tubo de acero, con su carcasa alineada con 288 cristales piezoeléctricos. Estos elementos responden a la presión del movimiento del usuario, haciendo que cuanto más se tambalee, más energía genere. El asiento-respaldo se ha ejecutado en madera de haya, y para hacer más confortable su uso, se le ha adherido una plancha de polietileno.
Esta silla para generar electricidad la creó la diseñadora Nathalie Teugels. Lo hizo a partir de una historia muy personal, y su incapacidad para estarse quieta durante su infancia.
Nota a pie de página
(*): El ADHD se define como un Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad. Ocurre en personas que no pueden mantenerse quietas y concentradas en algo. El cerebro de la gente que padece de ADHD tiene alteraciones en ciertas zonas relacionadas con la atención y la actividad. Por eso puede llegar a provocar que el individuo sea incapaz de realizar determinadas tareas, pareciendo como personas muy nerviosas ante los demás.