Este proyecto salió de un concurso de ideas, organizado por las autoridades chinas, para la ciudad de Shénzhen. El edificio se debe convertir en la mayor planta del mundo que produzca energía de la basura. Tiene capacidad para incinerar unas 5.000 toneladas de residuos al día, que es el equivalente a un tercio de los generados por Shénzhen.
La maquinaria utilizada será la más avanzada hasta la fecha en este tipo de tratamientos. Por ese motivo dichas instalaciones también estarán abiertas a las visitas de escolares y personas interesadas. Todo el programa (incluyendo edificios auxiliares) se ha organizado dentro del mismo recinto, escogiéndose la forma circular para minimizar su huella en el territorio. También se reduce con ello la cantidad de excavación necesaria para su construcción.
La cubierta tiene un diámetro de 290 metros, posee multitud de entradas de luz natural, a través de lucernarios rectangulares. Un dato importante es que un 67% (44.000m2) de toda su superficie está ocupada por paneles fotovoltaicos, que proporcionan aún más energía a la ciudad. Otra parte de su azotea va ajardinada.
En el siguiente vídeo se ha realizado un tour por esta interesante, y enorme, planta de gestión de residuos china. En él se aprecia la localización del sitio, cómo se organiza por dentro, el trazado previsto para el visitante, y la magnitud de la estructura de cerchas que sirve de soporte a la cubierta.
Este proyecto de planta de tratamiento de residuos fue elaborado por la firma Schmidt Hammer Lassen, en colaboración con Gottlieb Paludan Architects.