Los árboles están formados por estructuras capaces de vibrar con una pequeña brisa de aire. Pues bien, apareció un informe del Journal of Sound and Vibration que afirma que el movimiento de los árboles ocasionado por el viento, genera vibraciones que podrían ser perfectamente convertidas en electricidad. ¿Energía de los bosques? Suena genial la idea de conseguir energía eólica de millones de árboles, otra cosa es que eso resulte barato.
Los investigadores se dieron cuenta que era posible convertir una serie aleatoria de vibraciones. Eso ocurre en los árboles mecidos por el viento, que podrían ser una fuente viable de energía limpia. Esta frecuencia natural actúa como un muro que absorbe y almacena energía de frecuencias más altas, de la misma manera que una pequeña ondulación en el agua se puede acumular en un gran oleaje.
Los ingenieros que realizaron el estudio experimentaron en pequeños bosques artificiales. Estaban formados por pequeños elementos de acero con forma de L, que simulaban la de un árbol. A su vez estaban envueltos con cloruro de polivinilideno (PVDC), que es un material piezoeléctrico. Pues esas estructuras fueron capaces de producir 2 vatios de energía.
Llegados a este punto, hay que explicar que la piezoelectricad es un fenómeno que ocurre en determinados materiales, cuando su masa adquiere una polarización eléctrica al estar sometida a tensiones mecánicas. Eso da lugar a una diferencia de potencial y cargas eléctricas. El ejemplo más claro lo encontramos en un encendedor eléctrico, donde un pequeño resorte golpea un cristal, provocando la chispa.
Dicho estudio partió de ingenieros del Laboratorio de Investigación de la Vibración y Sonido (Universidad Estatal de Ohio). Foto cabecera de Euan Morrison.