El estudio de Foster + Partners fue uno de los 30 finalistas en el concurso para el 3D Printed Habitat Challenge, organizado por America Makes y la NASA. Esta competición planteó el desafío de diseñar y construir viviendas sostenibles e impresas en 3D. La idea era que se pudieran utilizar en la exploración espacial, incluyendo los planes que tiene la agencia para ir y vivir en Marte.
Antes de la llegada de los astronautas, tres tipos diferentes de robots inician la construcción de estas casas. Para ello hacen uso de tecnología de impresión en 3D, utilizando como material la tierra y rocas de la superficie marciana (también denominada regolito). La propuesta de Foster tiene una superficie de 93m2, y está formada por módulos interconectados entre sí que crean un ambiente interior confortable, con espacios privados y zonas comunes.
Las primeras tareas de los robots consistirán en seleccionar el sitio, y excavar hasta una profundidad de 1,5 metros. Después, unos módulos hinchables formarían la base del asentamiento dentro de ese cráter. Hay que tener en cuenta que la construcción de estas casas extraterrestres se hace sin apenas intervención humana; y que el material utilizado para la impresión funciona como un escudo que las protege de las radiaciones y temperaturas extremas. Los acabados se realizan luego con materiales más blandos.
El concurso se desarrolla en varias fases eliminatorias. La siguiente fase se divide en dos niveles. El primero de ellos se centra en las tecnologías de fabricación para construir los componentes estructurales, combinando materiales indígenas y reciclables (o solo indígenas); mientras que el segundo nivel desafía a los concursantes en la fabricación a escala real. Para ello tendrán que emplear materiales locales, o una combinación con materiales reciclables.
Imágenes del sitio web de Foster & Partners.