En una excursión a la montaña, es un alivio saber de la existencia de un lugar donde descansar. Los refugios alpinos protegen de las inclemencias del tiempo, y algunos hasta proporcionan aseo, y espacio para cocinar. HUBA es un refugio que cumple con esas funciones, y además lo hace de una manera altamente ecológica. Tiene un estilo impresionante, que se aleja de convencionalismos alpinos. Está claramente enfocado para el desarrollo sostenible de determinadas regiones turísticas.
Diferentes planos inclinados son los que dan forma a esta singular construcción prefabricada. Está pensada ejecutarse con plásticos reciclados y madera procedente de árboles caídos. Cuenta con estrechas ventanas de vidrio esmerilado, que aportan luz natural a su interior, e intimidad a sus ocupantes. Dentro hay espacio para cuatro lugares de descanso, quedando dos de ellos ocultos en la pared cuando no se utilizan.
Al tratarse de una pequeña construcción que ha de ubicarse en lugares remotos, su diseño ligero permite que pueda transportarse en helicóptero. Pero también está equipada para ser autosuficiente, haciendo uso de energías renovables. Se beneficia de recursos naturales abundantes en un clima de montaña, como son el agua y el viento. La electricidad producida por su turbina eólica de eje vertical se almacena en una batería. Ésta abastece a un calentador, la iluminación (LED), y la bomba que lleva el agua al lavabo y una ducha exterior. Su tejado está especialmente diseñado para canalizar el agua de lluvia hasta un depósito situado en la parte inferior del refugio, para luego ser tratada y filtrada, haciéndola potable.
Este moderno refugio sostenible es una idea de Michal Holcer y Malgorzata Blachnicka.