Cualquier panel fotovoltaico lleva una lámina que funciona de base para las otras capas que lo componen. También sirve como aislante eléctrico y de caja estanca. Lo malo es que para su fabricación se emplean productos derivados del petróleo. Pero desde ahora se podrá utilizar un tipo de lámina fabricada a partir de derivados de semillas de ricino. Eso evitará utilizar poliéster y material termoplástico.
Este método, además de hacer más verdes a las placas solares, va a ayudar a que sean más eficientes. Esto es así porque favorece la disipación del calor, ofreciendo las mismas características de durabilidad que las placas solares convencionales. Otra ventaja importante es que la fabricación de estas bio-láminas es más barata que las actuales. Por lo visto la tecnología de producción es fácilmente adaptable al nuevo material.
El desarrollo de esta bio-lámina fue realizado por la empresa Biosolar. Puede haber más información en Solar Thermal Magazine (inglés).
Muy bien pero según lei hace poco el componente que se extrae de la semilla de ricino es alatamente tóxico, saludos.