Esta vivienda ha sido diseñada como un centro experimental de vida de baja emisión de carbono, se desarrolla en dos plantas siguiendo un esquema de diseño solar pasivo con el fin de mantener una alta eficiencia energética.

El objetivo es que una familia de cuatro miembros pase ahora a habitar esta casa eficiente, situada en Hässelby (Estocolmo), monitorizando el consumo y comprobando que la huella de cada una de ellas no supere la tonelada de CO2, teniendo en cuenta que la huella normal ronda las 6-8 toneladas.
Para conseguirlo, la casa incluye muchas de la características del diseño solar pasivo, con un aislamiento grueso y vidrios polarizados, pero todo el hogar está alimentado con láminas delgadas fotovoltaicas en su cubierta y en la del garaje. Dentro encontramos aparatos de bajo consumo, iluminación LED, y un sistema de reciclaje de residuos para ayudar a reducir el impacto medio ambiental de la familia.

Sus ocupantes llevarán un ritmo de vida normal (trabajo y escuela), y también dispondrán de un coche eléctrico (Volvo C30), cuya batería se recargará desde la energía de los paneles solares de la casa. Durante el experimento serán entrevistados y filmados, vamos, como en un reality, solo que en esta ocasión por una causa mucho más digna.

El proyecto de vida de una tonelada (One Tonne Life) es una iniciativa de la constructora sueca de casas de madera A-Hus, la empresa de energías renovables Vattenfall, y el fabricante de automóviles Volvo. La casa ha sido diseñada por Gert Wingårdh. Visto en Inhabitat.
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