Para valorar adecuadamente este proyecto hay que fijarse más en el reto que suponía construir en un sitio alejado. La obra se resolvió con módulos prefabricados (en un tiempo récord), sin importar mucho las posibles virtudes estéticas, que las tiene, aunque no sean tan evidentes. Es una sencilla construcción para dos familias, realizada con siete módulos llevados hasta el lugar (Muskoka, Ontario). Su diseño es bastante lineal, y tiene un ancho limitado (16 pies) por el sistema de transporte por carretera.
Una vez montadas (en 25 días), las unidades forman un edificio alargado con gran variedad de espacios y estupendas vistas a un lago cercano. Cada vivienda ocupa una planta, pero hay tres pisos de altura en el lado con más desnivel del terreno. La fachada desde la pasarela de entrada es más opaca que la posterior, que está completamente acristalada y con largas galerías hacia el lago. La sala de estar, comedor, y cocina forman un alargado y continuo espacio. Los dormitorios están más allá, son pequeños y espartanos.
El terreno es bastante rocoso y se alteró lo menos posible. También se procuró talar el menor número de árboles. Los balcones, pasarela, barandillas… se construyeron en el sitio. El revestimiento gris es de chapas de zinc y la cubierta será vegetal, porque aún no estaba instalada cuando se tomaron las fotos. Por ese motivo el agua de la tormenta se ve caer con tanta fuerza.
La Cabaña Prefabricada para dos familias es un proyecto de Kohn Shnier Architects y Royal Homes. Este trabajo recibió el premio Governor Generals Award for Architecture 2010 de Canadá. Fotos de Tom Arban y Treehugger.