Cuanto mayor es la cantidad de luz incidente en una célula solar, mayor es la cantidad de energía producida. Como la posición del sol varía a lo largo del día, algunos fabricantes desarrollan seguimientos solares con espejos. Así la luz solar incide sobre los paneles fotovoltaicos y se produce más energía.
Pero en la Universidad de Illinois se investigó con una tecnología diferente. En vez de usar espejos, un equipo de científicos creó células esféricas solares que se auto-ensamblan. Lo interesante aquí es que para obtener estas células solares se parte de células planas convencionales. Pero la estructura es en 3D, permitiéndoles auto-ensamblarse en forma de esfera. Son delgadas obleas de silicio tratadas con la litografía convencional.
Las hojas son cortadas en forma de pétalos de flor con un trozo de vidrio en su interior. Cuando el agua cae en dicha estructura, la tensión superficial por evaporación tira haciendo que se forme la «esfera».