
En un terreno en ladera de la cordillera de los Andes, con dos importantes muros de contención de piedra que salvan un desnivel de 7.5m desde una carretera, se sitúa este refugio de montaña. La luz intensa reflejada por la nieve, y la pérdida de calor a través de las ventanas y cerramientos, son factores a tener muy en cuenta cuando se proyecta una vivienda en las montañas.
Este refugio está diseñado con un volumen revestido de piedra, destinado a ocupar parcialmente el espacio vacío que dejaron los muros de contención. Diferentes huecos pequeños están distribuidos por sus fachadas, al tiempo que permite que otros cuerpos acristalados sobresalgan de su perímetro, con el fin de aprovechar las hermosas vistas del entorno. De esta manera, una ventana horizontal con vistas a todo el valle de abajo aparece como otro volumen, con un banco corrido delantero. Hay un segundo cuerpo vidriado en la parte superior, justo en la zona de acceso, donde termina la pasarela que une la casa con la carretera de acceso.



Debido a que las buenas condiciones climáticas para su construcción apenas eran de 6 meses, se estableció un plan rápido que contemplaba una estructura prefabricada de acero. Los cerramientos están compuestos por una primera capa interior de madera contrachapada, luego un aislamiento térmico doble, membrana impermeable, y finalmente un revestimiento exterior de piedra de pizarra de color negro. La pizarra resiste muy bien las duras condiciones extremas de montaña, y establece un vínculo material con las construcciones existentes ya en la zona, pero sin ser tan cara, ya que aquí la piedra no tiene una función estructural.




La casa está dividida en tres plantas independientes. Una primera con cuatro dormitorios pequeños, un segundo piso con un espacio común con áreas para comer, sala de estar y cocina, y un tercer piso para el acceso y espacio suficiente para almacenar los equipos de montaña.

Este proyecto es un trabajo de dRN (Nicolás del Río y Max Núnez). Visto en Contemporist.
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