GREGORY es una de esas genialidades que de vez en cuando se les ocurre a ciertos arquitectos. La idea parte de la necesidad de ofrecer mini casas a personas sin hogar. Pero lo atípico es que aprovecha los grandes carteles publicitarios que suelen ponerse junto a determinadas carreteras. Esta solución optimiza el mantenimiento, y permite que el espacio destinado a anuncio sirva para pagar parte del alquiler. Aunque lo mejor de todo tal vez sea que se trata de una iniciativa de código abierto (open source). Entonces cualquier otro arquitecto la puede utilizar/mejorar.
En principio, el proyecto Gregory se pensó para la ciudad de Banská Bystrica (República de Eslovaquia). Pero podría aplicarse a cualquier otro lugar del mundo donde se utilice este tipo de publicidad. También es imprescindible que tenga fácil acceso a las redes de servicios públicos (luz, agua, alcantarillado, etc).
Esta ‘vivienda publicitaria’ se encaja en un espacio triangular que queda suspendido sobre 6 soportes. Está construida con una estructura de madera, cimientos de hormigón, tableros OSB, escaleras de madera (o de acero), y dos ventanas. Se organiza como un estudio, con espacio suficiente para cocinar y comer. La cama está colocada en una plataforma elevada (encima de la escalera de acceso), y un cuarto de baño en uno de los vértices (con ducha).
Esta original vivienda mínima fue desarrollada por el estudio de arquitectura Designdevelop.