Si eres fan de IKEA, sobre todo de la sección «orden en casa», es bastante probable que algo de estas fotos te resulte familiar. Se trata de una instalación temporal de bar que como revestimiento exterior utiliza cajas de almacenamiento de plástico reciclable Slugis.
Para la construcción de este establecimiento se emplearon 420 cajas. El proyecto nació de un concurso organizado por la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Oporto, y fue montado por los estudiantes en el Parque de la Cidade (Oporto). El prisma del proyecto (9m2) está realizado con una estructura metálica. Parte de ella es plegable, y sobre ella se fueron fijando cada una de las cajas Slugis, algunas con diferente profundidad con el fin de que rompieran la homogeneidad de la fachada. Este bar se aprovecha de la transparencia de estas cajas de plástico para transformarlas en lámparas que de noche convierten al kiosco en un punto de reclamo urbano. Las cajas están iluminadas por LEDs que responden en intensidad a la música que se reproduce en el local.
Este kiosco-bar es un proyecto de Diogo Aguiar y Teresa Otto. Fotos de Sandra Neto y Diogo Aguiar.