Estas fotografías son de unas casas de piedra con tejados de hierba. Se pueden encontrar en el paisaje de Islandia, un lugar próximo al Círculo Polar Ártico. Allí la temperatura mínima media anual es de 2.6ºC (en Reikiavik, según BBC Weather). Durante siglos, sus habitantes han sabido adaptar sus viviendas a dicha climatología. Lo hacen con materiales del lugar, buscando un aislamiento natural.
La manera de conseguirlo fue construyendo casas semi-enterradas, o con gruesos muros de piedra, pero utilizando un revestimiento vegetal (hierba, y la tierra que queda unida a sus raíces). Esta tipología vino motivada porque la madera de los bosques de abedul no era apta para conseguir viviendas bien aisladas que soportaran esas temperaturas. En aquellos tiempos, tampoco las embarcaciones hechas con esa madera resultaron ser eficaces para la importación de materiales. Por eso no quedó otra opción que recurrir a lo que se tenía.
La casa más típica tiene la fachada de madera, y está construida sobre una base de piedra. El resto lo forma el recubrimiento vegetal antes mencionado. Con el paso de los años, esta tipología fue reemplazada por viviendas con estructuras de acero o de hormigón armado.
Imágenes de Inhabitat y Wikipedia.
