Un equipo de Japón, formado por científicos, ingenieros, y banqueros, unió esfuerzos para una idea de ciudad flotante llamada Green Float Project. Este proyecto tendría una torre más alta que el Burj Dubai, y estaría apoyada sobre una gran plataforma. Es preciso considerar que la tecnología para construir una estructura de estas características no estaría disponible hasta dentro de unos años.
Este concepto hay que entenderlo como un proyecto que crece de la misma manera que los lotos en el agua. Por sus características sostenibles, se construiría en áreas donde la luz solar es abundante. Y por su seguridad, estaría ubicado lejos de los efectos de los tifones. La estructura vertical tendría una zona residencial con capacidad para 30.000 habitantes, y una altura de 1 kilómetro aproximadamente. Pero también sobre la plataforma habría espacio para construir más viviendas (otros 10.000 habitantes).
Se estima que cada una de estas megaestructuras daría trabajo a unas 10.000 personas. Es posible que estemos ante un nuevo modelo de negocio, estrechamente relacionado con las granjas verticales. Pero este proyecto resulta especial, por tener unas emisiones negativas de CO2. Un logro de esa magnitud sería posible gracias al uso de fuentes de energías renovables (solar, eólica, térmica del océano, y olas). Según los ingenieros, también habría que agradecérselo a un uso eficiente del transporte.
Detalles de la ciudad flotante GF
Una célula de Green Float (GF) se corresponde con un área urbana de 2km de diámetro. En ese distrito hay capacidad para 10.000-50.000 habitantes. Varios de esos distritos pueden componer un módulo de GF, que sería el equivalente a una ciudad (7km de diámetro). Agrupaciones de módulos formarían una unidad de GF, también llamada nación por sus desarrolladores, con capacidad para 1 millón de personas.
La seguridad ante todo
Para este proyecto de ciudad futurista flotante también se han previsto programas de seguridad y fiabilidad. Comprenden la prevención frente a desastres urbanos, y planificación de continuidad comercial. A su vez, existen sistemas de planificación estructural y contramedidas para incendios, fuertes vientos, olas, tsunamis, y rayos. Para llevar a cabo ese empeño, se tiene prevista un infraestructura de observación meteorológica, con sensores de viento y olas.
Con aleación de magnesio
Otro aspecto interesante del proyecto Green Float tiene que ver con el material estructural. Aquí hay que decir que se emplearía el agua del mar como materia prima para refinar la aleación de magnesio empleada para la estructura. Además de presentarse como un mineral, el magnesio también es un componente del agua de mar. Es por ello que no habría problema sobre su agotamiento, si se puede refinar. Es posible fabricarlo y reciclarlo, resultando por tanto un material ecológico, en comparación con otros materiales estructurales ligeros.
Tierra artificial en alta mar
Las plataformas flotantes de estas ciudades hay que entenderlas como una especie de “tierra artificial” en alta mar. Para llevarlas a cabo se crearía una estructura flotante con geometría de nido de abeja. Se forma con celdas de planta hexagonal, ya utilizadas en la industrial aeroespacial. Más del 90% de esta estructura de abeja es espacio vacío, pero resulta muy resistente y ligera. Por tanto, el terreno en alta mar se haría uniendo infinidad de estas estructuras de panal.
La dificultad de Green Float Project
La parte más difícil de esta idea no es precisamente la de conseguir una plataforma flotante de esa envergadura (nunca se ha construido de ese tamaño). El reto está en levantar la torre de 1.000 metros, y para explicarlo se crearon los siguientes dibujos.
Cuando la isla alcanza los 3 kilómetros de diámetro, se empiezan a construir los pisos del rascacielos. Cada nuevo piso empuja hacia abajo a los anteriores, y una vez completada su altura, la torre se alza hacia su posición definitiva. Es un método difícil de imaginar, pero que si se piensa con detenimiento, es el más inteligente.
Vídeos sobre el proyecto Green Float
Gracias a los vídeos incluidos aquí, es posible saber más sobre este interesante proyecto de ciudad casi utópica. Masaki Takeuchi (de Shimizu Corporation) explica en el primero cómo el Ecuador sería la zona más apropiada para su construcción. A pesar del calor, la temperatura en más estable durante todo el año, además de no ser un área propensa a tifones.
En la parte alta de la torre, recordemos que tiene 1.000 metros, se estaría más fresco, a una temperatura media de 26ºC todo el año. La parte que está entre los 700-1.000 metros es el área urbana; en la periferia se sitúan las residencias y hospitales, y en el centro las oficinas y los comercios. Como hemos señalado, Green Float es también una granja vertical, pues en ella se cultivan verduras, mientras que en la parte baja se plantan cereales. En las aguas poco profundas hay piscifactorías con pescado y algas. De las aguas residuales y la basura se obtendrían nutrientes para los cultivos, todo ello para lograr un ciclo natural. Es por tanto una ciudad que se auto-abastecería de pescado, cereales y vegetales.
En el segundo vídeo se muestran diversos recorridos por el modelo 3D del proyecto. También se han añadido algunos dibujos que ilustran muy bien aspectos de la vida interior de Green Float.
Llevar Green Float a la realidad
El reto ahora mismo sigue siendo cómo construir estas ciudades flotantes, que a la vez son grandes estructuras en altura. También surgen otros problemas, como la circulación de residuos, los derechos de emisión de CO2, y sistemas de coordinación internacionales.
En septiembre del 2019, durante la Semana Internacional del Medio Ambiente (IBEW) de Singapur, se volvió a hablar de Green Float.
Prueba piloto en Japón
Fue precisamente en el IBEW cuando la corporación Shimizu expresó los planes de construir un prototipo de GF en Japón. La fecha marcada en el calendario fue 2025, y sería una versión reducida del proyecto, con una torre de 100 metros.
¿Primera Green Float en Singapur?
El arquitecto artífice de este proyecto (Masaki Takeuchi) lanzó la idea de construir una ciudad flotante en las costas de Singapur. Proporcionaría un hogar para 50.000 personas, con capacidad de producir su propia comida, agua, y energía. En el evento IBEW, Takeuchi añadió que su compañía Shimizu había establecido conversaciones con el gobierno de Singapur, para iniciar el proyecto en el 2050.
Hay que tener presente que Singapur ya ha agotado su capacidad de ganarle terreno al mar. Por eso Green Float se presenta como una oportunidad de mantener el crecimiento económico de esa ciudad-estado. Pero esta iniciativa tendrá que superar varios retos. Uno de ellos tiene que ver con el escaso espacio marino disponible, debido a las rutas marítimas (vitales para el país). También habría que crear una buena estructura rompeolas, que debiera estar anclada al fondo del mar. Otro aspecto a tener en cuenta tiene que ver con el bloqueo solar que provocaría la ciudad flotante, que afectaría a la vida submarina. Pero esto último es algo que se puede mitigar, dejando espacios vacíos suficientes. También hay expertos que consideran que esas estructuras flotantes pueden tener efectos negativos en los hábitats costeros.
La ciudad flotante de Green Float Project es una idea de los ingenieros japoneses de Shimizu.