En mayo del 2013 se anunciaba que la concentración de dióxido de carbono diaria había superado las 400 partes por millón (PPM). Según los científicos, esos niveles no se daban en la atmósfera terrestre desde hacía 3 millones de años. Casi cuatro años más tarde se supo que las emisiones de CO2 (en el sector energético) habían frenado. Pero por lo visto eso no fue suficiente, porque en mayo del 2017 se midieron concentraciones de 410,29 PPM. Se produjo por tanto un nuevo récord.
Los investigadores insisten en que debemos esforzarnos más para reducir las emisiones de gases efecto invernadero.
Concentración de dióxido de carbono
Como dato interesante a tener en cuenta, hay que señalar que en el primer registro (1958) la concentración de CO2 era de 313 PPM.
Gavin Foster, profesor de la Universidad de Southampton, señaló lo siguiente:
Es bastante deprimente que en tan poco tiempo el hito de 400ppm haya sido derrocado. Estos registros son solo números, pero nos dan la oportunidad de hacer una pausa, realizar un balance, y actuar en consecuencia.
Si comparamos esos datos, ofrecidos por el Observatorio de Mauna Loa (Hawai), con los de la Oficina de Meteorología del Reino Unido, concuerdan bastante. Los británicos pronosticaron a principio del 2017 que las concentraciones de CO2 iban a superar los 410ppm antes de abril.
Pieter Tans, científico atmosférico del National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA), concluyó:
La tasa de crecimiento bajará cuando lo hagan las emisiones. Sin embargo, el dióxido de carbono seguirá subiendo, aunque más lentamente. Sólo cuando las emisiones se reduzcan a la mitad, el nivel atmosférico de dióxido de carbono disminuirá.
En un artículo publicado en NOAA, Tans llegó a decir que:
La tasa de crecimiento de CO2 en la última década es de 100 a 200 veces más rápida de lo que la Tierra experimentó durante la transición de la última edad de hielo. Esto es un verdadero shock para el medio ambiente.
Hay más información en el artículo de Climate Central.