Se puede afirmar que durante el 2016 se están rompiendo todos los registros relacionados con el calentamiento global. Hay dos indicadores del cambio climático que son clave. Por un lado el de las temperaturas superficiales globales, y por otro la extensión de hielo del Ártico. Ambos han batido récords durante la primera mitad del año.
Hay 2 indicadores del cambio climático que son clave
Gavin Schmidt, director del Instituto Goddard de Estudios Espaciales (GISS), junto a otros científicos de la NASA, explicó hace pocos días en una teleconferencia los últimos datos que se han recopilados sobre 2 importantes indicadores del cambio climático.
Según las observaciones en tierra, cada uno de los seis primeros meses de 2016 estableció un récord de temperatura. Esto significa que Enero fue el mes de enero más caluroso en el registro de temperatura moderna. Lo mismo ocurrió con Febrero, Marzo, Abril, Mayo, y Junio. Recordemos que el «registro de tempera moderna» data desde 1880. El promedio registrado en esos 6 meses fue de 1,3ºC más caliente que a finales del siglo XIX.
Lo que viene a continuación tiene que ver con los datos facilitados por los satélites. En cinco de los seis primeros meses del año también se registró menor cantidad de hielo marino en el Ártico. La única excepción fue el mes de marzo, que fue el segundo más pequeño. Estas mediciones se iniciaron en 1979.
Los científicos explicaron que, si bien estos indicadores clave del clima habían roto los registros durante el 2016, aún más significativo era que el hielo marino del Ártico, y sobre todo la temperatura global, continuaran la tendencia de décadas anteriores. Todo ello debido al aumento de las concentraciones de CO2, y otros gases de efecto invernadero, que atrapan el calor.
Algunos estudios para analizar las consecuencias del calentamiento global
El fenómeno de El Niño ya había empujado a una subida de las temperaturas, ejemplo de 1998. En el 2016 lo ha hecho en menor medida, porque lo que ha provocado que las temperaturas globales suban más allá de las de hace 18 años, ha sido el calentamiento que ha tenido lugar en ese periodo.
Ahora mismo, además de la información proporcionada por las 19 misiones espaciales de observación de la Tierra, la NASA tiene a científicos trabajando en el Ártico. Todo ello para comprender mejor los procesos que conducen al deshielo marino, y los impactos que tendrá el aumento de las temperaturas en los ecosistemas.
Para ello se realizan estudios en los llamados «melt ponds«. Que son una especie de estanques de poca profundidad que se forman cuando el hielo se derrite. Estudios recientes están revelando que la formación de estos melt ponds, a principios de verano, es una buena manera de predecir la extensión del hielo marino mínimo anual de Septiembre.
También hay investigadores de la NASA que han comenzado un estudio, que durará una década, sobre los ecosistemas del Ártico en Alaska y Canadá. Se pretende saber cómo los bosques y otros ecosistemas están respondiendo al aumento de las temperaturas, precisamente en la zona del planeta donde más se está desarrollando el cambio climático.
Escrito a partir de este artículo de la NASA. Todos los gráficos son de la NASA.