Este pequeño refugio de madera salió de un taller de proyectos de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Bergen (Noruega). El trabajo consistía en realizar el diseño y la construcción de un refugio que debía funcionar como alojamiento gratuito. Está ubicado en una de las siete famosas montañas de Bergen. La intención era permitir que la gente pudiera pasar una noche en el bosque.
El nombre de Tubakuba se debe al conducto por el que hay que pasar para acceder a él, parecido al de una tuba. Una vez dentro, encontramos un espacio que tiene las proporciones de un cubo y una superficie de 14m2. Hay una gran ventana que aporta hermosas vistas hacia el valle. Cuenta con estufa de leña, banco con forma de L (realizado en madera), y un altillo para dormir, situado justo encima del tubo de la entrada. A él se sube por una pequeña escalerilla.
Los estudiantes primero realizaron una maqueta a escala 1:1, con el fin de resolver mejor los problemas presentados. Más tarde construyeron el pequeño refugio en el sitio. Para ello contaron con la ayuda financiera de GC Rieber Funds. La madera se empleó en un 95%, estando el interior revestido de madera contrachapada y tableros de madera; el exterior se hizo con madera quemada de alerce (shou sugi ban). El túnel de entrada se materializó con tablillas curvadas de madera de pino; y la fachada sur se completó con madera de alerce sin tratar, que se vuelve más gris con el paso de los años.
El aislamiento térmico se realizó con fibras de madera. El refugio no posee electricidad, ni siquiera mediante paneles solares.
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El proyecto de este pequeño refugio fue supervisado por el estudio de arquitectura OPA Form, y Espen Folger.