La ciudad alemana de Fráncfort del Meno (más conocida por Frankfurt) puede sentirse orgullosa por uno de sus edificios culturales más importantes. Nos estamos refiriendo al Museo de Städel. Su renovación le convirtió en una construcción verde. Además de las mejoras de eficiencia energética añadidas, el museo cuenta con una azotea ajardinada salpicada de lucernarios circulares.
Las obras de reforma del edificio duraron tres años, y estuvieron enfocadas en una nueva extensión a lo largo de su eje central. Incluye modificaciones en todos los accesos para facilitar las visitas de personas con movilidad reducida. También se añadió una nueva área expositiva en la planta baja, reubicando la administración, auditorio, y biblioteca en el ala oeste.
Pero la obra estrella del Museo de Städel es sin lugar a dudas la nueva sala subterránea. Está situada en el patio central, con una azotea abombada que está recubierta con un hermoso césped. Hay grandes tragaluces que facilitan la entrada de luz natural durante el día a las salas de exposición situadas debajo.
Las mejoras energéticas hacen uso del calor almacenado para crear un clima interior confortable, con un bajo consumo de electricidad.
Este proyecto lo realizó la firma de arquitectos Schneider + Schumacher.