Las ventanas que permiten el paso de la luz, sin ganancias térmicas, son una idea estupenda para los edificios. Con ellas se reduce el consumo en aire acondicionado y en iluminación artificial. En ese camino va enfocada una investigación del Laboratorio Nacional Berkeley de los Estados Unidos, que creó un material que podría mejorar drásticamente la eficiencia energética de los edificios.
Se trata de un recubrimiento delgado de nanocristales (incrustados en el vidrio). Este material proporciona un control selectivo sobre la luz visible y el calor que puede atravesar la ventana. Con esta característica se consigue un ahorro energético y mejorar el confort de las personas, sea cual sea el clima. En ciertos momentos del día, la misma ventana cambia a un modo oscuro, bloqueando la luz y el calor. O puede hacerlo a un modo luminoso (transparente).
Delia Milliron, directora de la investigación, describe los resultados obtenidos en un artículo («Tunable near-infrared and visible light transmittance in nanocrystal-in-glass composites«) que fue portada de la revista Nature. Cambiar el comportamiento de una ventana sería tan sencillo como aplicar una pequeña descarga eléctrica. Eso convertiría este material electrocrómico en transmisor o en una barrera.
Los investigadores están ahora en fases de comercialización de dicha tecnología.
A partir de un artículo de Berkeley Lab.