IKEA, el gigante sueco y líder mundial en venta de muebles, tiene un ambicioso plan de sostenibilidad para el 2020. Consiste en hacer uso exclusivamente de energías renovables, y en plantar más árboles de los que necesita. Además, también tiene previsto centrarse en la venta de productos destinados a ahorrar energía. Un ejemplo son las cocinas por inducción, o las bombillas de tecnología LED.
IKEA ya tiene parques eólicos en seis países europeos, y 342.000 paneles solares en las azoteas de muchas de sus tiendas, almacenes, y fábricas. Todas esas instalaciones generan el 27% de la electricidad que el grupo necesita. Este plan requiere de una inversión de 1.500 millones de euros, destinados a energía eólica y solar. Se estimó que para el 2015 las emisiones de CO2 de la empresa se reducirían a la mitad, con respecto a las del 2010. Para el 2016 el 70% de la energía utilizada debiera ser limpia. Para el año 2020, el 100% de la electricidad consumida debe proceder de sus fuentes renovables.
Esta inversión tiene además un propósito muy claro: ahorrarle dinero a la compañía, y de paso permitir bajar los precios de sus productos. Las reacciones de las organizaciones ecologistas han sido bastante favorables, sobre todo por los datos relacionados con la madera. Para el 2020 habrá plantado tantos árboles como los que necesita para la fabricación de sus muebles.
Más datos en Reuters.