Los investigadores en energía solar están obsesionados en aprovechar al máximo la luz que incide sobre los paneles fotovoltaicos. Por eso muchos estudios van encaminados a reducir la cantidad de luz reflejada. Eso ayudaría evidentemente a aumentar la eficacia de las placas. Unos buscan una célula solar cada vez más negra, mientras que otros insisten en conseguir un mejor recubrimiento. En esta última tendencia se mueve la empresa australiana Brisbane Materials.
El logro de esta compañía lo alcanzó a temperatura ambiente. Esto es importante, ya que otros métodos requieren de altas temperaturas para poder aplicar un acabado antirreflectante a las células solares. Con esta técnica se consiguió incrementar el rendimiento del panel fotovoltaico en un 3%. Es una cantidad nada despreciable, y lo mejor de todo: que se puede combinar con un acabado anti-suciedad. Se esa manera se mantiene más limpia la superficie del panel, lo que también colabora en su eficacia.
Este procedimiento se lleva probando unos dos años y medio, cumpliendo con todos los requisitos exigibles a este tipo de paneles.
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