Estas imágenes suponen un buen ejemplo de combinación entre arquitectura y vegetación. Esta vez ocurrió en un ambiente interior, creando una atmósfera única con la incorporación de un jardín vertical. Para hacerlo aún más impactante, se añadió una cascada de agua que discurre por una pared de pizarra. Está ubicado en Lisboa, en el vestíbulo de las oficinas de MSF.
En estas instalaciones la base vegetal está formada por algunas especies comunes de Philodendron, Scindapsus, Pteris, Peperomia y Davallia. La incorporación de la caída de agua se ve acentuada por las plantas de la familia Araceae, poco frecuentes en los viveros de Europa, dado su origen tropical. Algunas de estas especies pueden llegar a tener con el paso del tiempo unas hojas maduras bastante grandes.
Hay que tener en cuenta que las imágenes están tomadas un año y medio después de la instalación del jardín vertical. Entonces algunas de las especies ya habían tomado un tamaño considerable (Philodendron giganteum). Este proyecto demostró además que con un buen mantenimiento se pueden conseguir resultados más que satisfactorios.
Este jardín interior fue llevado a cabo por la empresa Vertical Garden Design.