Con las herramientas apropiadas y ganas, es posible auto construirse un pequeño cobertizo de madera. Un buen ejemplo es el que se hizo el artista David van Alphen (en Chicago) para refugiarse en la creación de sus composiciones. Creó desde cero todos los planos necesarios inspirándose en los modernos cobertizos, pero sin llegar a ser tan sofisticado, porque el presupuesto estaba por debajo de los $1.000.
Primero se creó una base de madera que está levemente separada del suelo, y apoyada en pies prefabricados de hormigón, con una superficie de apenas 9m2 (2.44 x 3.66m). Luego se puso la estructura de todo el cobertizo, también de madera, pared a pared. En fachada solamente hay dos huecos, uno para la puerta de entrada, y otro para una ventana lateral. Además, toda la habitación tiene una entrada de luz natural por la parte alta de tres de sus lados, siguiendo la inclinación del plano de cubierta.
El estudio va con un revestimiento exterior de paneles de madera, y hacia el interior paneles de yeso, tipo pladur, atornillados a los montantes y luego tapando las juntas con masilla. Entres ambas caras va dispuesto el material aislante, que en este caso es de fibra de vidrio.
El piso de madera contrachapada se pintó con barniz nogal oscuro, y luego se le dio dos capas de poliuretano semi-brillante. Las ventanas superiores y lateral son de un material más resistente que el plexiglás (Lexan), pero no llevan ningún tratamiento «frosted», se trata de la lámina de protección que luego se despega. El interior se completa con un pequeño rodapiés, un tablero de trabajo en uno de los laterales del estudio, pintura para las carpinterías de las ventanas, enchufes…
Se pueden ver más fotos de la construcción en la página flickr de David.