Este artículo no es para hablar de arquitectura en sí, pero tiene que ver con ella profundamente. Lo que hizo un tipo llamado John Wells en el desierto de Texas es casi una vuelta a los orígenes. No estamos hablando de una vida sin electricidad ni internet, agua corriente, aire acondicionado, etc… al menos tal como lo conocemos. Tiene más que ver con una ruptura de las dependencias que genera la vida moderna. Si tuvieras que empezar todo de nuevo ¿cómo lo harías?
John Wells sintió esa huida. En el 2007 se fue con su perro Goldie a los 40 acres que compró en el desierto e iniciar así su aventura sostenible. Se construyó en 8 días una casa por $1,600, que más tarde completó con numerosos detalles y con $800 más. Sus necesidades energéticas están reducidas al mínimo, pero satisfechas por unas placas solares fotovoltaicas. Todo el agua de lluvia que cae sobre la cubierta de la casa es recogida en varios tanques de agua. También dispone de la que puede bombear desde un arroyo cercano en épocas de lluvia.
Para protegerse del intenso calor creó un refrigerador de muy bajo consumo que mantiene el interior a 27ºC. Su retrete es un inodoro de compostaje con serrín, y la ducha está bajo un tanque en el exterior. Si ha llovido, hasta puede bañarse en una balsa que ha construido en el arroyo.
Nada mejor que una buena colección de comida enlatada para la vida en el desierto, aunque ese área no es una cocina convencional. Durante un tiempo utilizaba un hornillo de gas, pero pronto John descubrió las ventajas de la cocina solar. El techo de la casa no está en contacto directo con la cubierta, según se ve en la primera foto, de esa manera la casa está más protegida de la radiación solar. Desde el portátil que hay en un rincón de su dormitorio, John se mantiene en contacto con el mundo.
John Wells no está aislado, al contrario, mantiene un blog donde cuenta su día a día con otras personas involucradas en este proyecto. Además ayuda a otros a conseguir este sueño de sostenibilidad, de ser autosuficiente al más puro estilo de «hágalo usted mismo«. John también está inmerso en la construcción de una vivienda verde de 144m2, hecha con contenedores de carga, pero esa es otra historia.
[Goldie tuvo que ser sacrificada por problemas de salud, a sus 17 años, y John espera que cuando GoogleEarth actualice la foto de satélite se pueda ver la pirámide que marca su tumba].
Gracias!
Juan Wells