
Situada en un valle de la península de Izu, a un par de horas al oeste de Tokio, la residencia Watanabe, diseñada por el arquitecto Tadashi Murai, es otro ejemplo de arquitectura modular personalizable. Nacida a partir de un diseño de 1999 (llamado Aero House) como encargo para oficina en un área remota, sin ningún servicio de agua, gas, electricidad, etc… y con la condición de que tenía que ser fácilmente transportable.
Lejos de verse disuadido por tales condicionantes, Murai planteó el proyecto como una oportunidad de experimentar en la arquitectura sostenible, y crea una pequeña caja móvil para su cliente, pero este diseño resultó ser algo más que una oficina. Era una estructura totalmente autosuficiente, con calefacción, refrigeración, agua y sistemas de eliminación de residuos… todo ideado para minimizar el impacto ambiental.
La electricidad está producida por aerogeneradores y celdas solares, que se almacenada en baterías. Algunos aspectos del diseño sirven para crear sistemas de calefacción y refrigeración pasivos, pues en invierno se le permite al sol que caliente el interior haciendo circular el aire cálido, mientras que en época estival es el aire fresco bajo el suelo el que se introduce en el interior del espacio. Una cubierta verde hace de aislamiento natural reduciendo así la demanda de energía, mientras que el abastecimiento se produce desde un depósito de agua dulce almacenada, aunque también hay un sistema de reciclado de aguas grises para el riego de la cubierta verde. Un inodoro biológico completa la instalación.

El módulo básico es un caja de madera que mide unos 6.2×5.6m2 con una altura de 3m, puede abrirse completamente en dos de sus lados opuestos, y permite combinarse con otros en varias direcciones para formar diferentes tipos de viviendas. Un sólo módulo se puede montar y dejar instalado en un día, siendo muy fácil mudarse a otro lugar.

Visto en Materialicious, con fotos de Dwell.
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