Seguramente ya habrás oído algo sobre el famoso piso de Ciempozuelos (Madrid) que su dueño sortea con boletos de 5 euros. No puede hacer frente a la hipoteca, y tampoco ha encontrado comprador, pero cuando todas las papeletas estén vendidas (64.000), Miguel Marina habrá tenido unos ingresos de 320.000€, y todo gracias a su ingenio.
Es un apartamento de 60 m2 útiles, con pasillo a la entrada, dormitorio mínimo donde la cama sólo cabe de una manera, cocina tipo tubo, salón estrecho, acabados baratos… Es inevitable hacerse la pregunta de cuánta gente estaría dispuesta a vivir en un piso en esa zona, con esas calidades, y tamaño de las habitaciones.
La plaza de garaje está a la intemperie, y las zonas comunes tampoco tienen demasiados alardes en diseño, todo ello en una calle muy anodina. Pisos así hay muchos, incluso peores, pero ¿hasta cuándo las normativas van a permitir construir viviendas con esas medidas? ¿El ciudadano se conforma ya con cualquier casa? ¿Vives en un «piso de cinco euros«?
Según informó El País (día 29 de mayo 2008), dicho sorteo necesitaría de una autorización de Loterías y Apuestas del Estado, que no tiene. Además se tendrían que haber pagado las tasas correspondientes, que son de un valor del 15% de los 64.000 boletos. La Agencia Tributaría podría abrir expediente sancionador a Miguel Marina.