Desde que Apple decidiera implantar procesadores Intel en sus equipos, hay muchos profesionales de la arquitectura que se están planteando el paso a Mac, son los llamados switchers, este cambio crea algunas dudas a la hora de cómo seguir utilizando sus aplicaciones imprescindibles Win dentro de un ordenador Mac.
Ya se ha hablado de las ventajas que el software de Apple llamado Boot Camp presenta al respecto: nos crea un espacio en el disco duro del equipo Mac para instalar Windows XP o Vista. Entender esto es fundamental para no cometer errores, pues lo primero que tenemos que saber es qué es una partición del disco duro.
Boot Camp por tanto particiona el disco duro de nuestro ordenador Mac, facilitando la instalación posterior de un sistema Windows y permitiendo iniciar el ordenador tanto con Windows como con Mac OS X, o uno u otro. La instalación es bien sencilla, y se encuentra suficientemente detallada en el PDF que acompaña al instalador, además está en castellano, pero por los foros en fácil encontrar a usuarios desesperados con algún problema evitable.
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El primer error puede ser la elección de un tamaño inadecuado para la partición Windows. Si vas a utilizarla para software 3D con directorios enormes de mapas de texturas, o incluso para
jugar en tu mac, tendrás que ir a tamaños mayores de 10-15Gb.
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No escoger adecuadamente el lugar donde debe instalarse Windows. Este es probablemente el error más grave de todos los que se puede tener en el proceso, ya que provocaría la destrucción del sistema Mac OS X. Esto es así ya que durante el proceso de instalación de Windows habrá que formatear la partición creada por el asistente Boot Camp, si no se escoge bien entonces habremos formateado la partición equivocada. En la siguiente imagen se puede ver que la partición3 (C:) es la correcta; también añado la pantalla correspondiente para el caso de una instalación de Windows Vista.


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¿En qué formato hacer la partición de Windows, en FAT ó NTFS? En un PC normal tal vez lo recomendable sería NTFS, por la mayor fiabilidad y seguridad que aporta, pero teniendo en cuenta que si tenemos un Mac la partición Windows la vamos a utilizar en casos esporádicos, lo recomendable sería escoger FAT. Además, este formato permitirá acceder desde Mac OS X a los datos guardados en él (escritura y lectura), muy útil para intercambiar aquellos ficheros que necesitemos.
Recordar que todo esto es cierto si el ordenador Mac sobre el que vamos a utilizar Boot Camp no ha sido previamente alterado, es decir, que debe tener una única partición como volumen Mac OS X Plus (con registro), y que no funciona en disco externos.
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