Científicos de la Universidad de Delft han conseguido fabricar biocemento, un material autorreparable con la incorporación de unas bacterias capaces de producir caliza. Estos microorganismos están latentes dentro de unas pequeñas cápsulas cerámicas, pero cuando aparece una grieta, y en contacto con el agua, producen caliza que sella fisuras de 0,5mm de espesor.
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