Los inodoros de compostaje portátiles son una solución ecológica para la gestión de residuos, ideales para viajeros. Separan sólidos y líquidos, evitando olores y reduciendo la necesidad de agua y químicos. Funcionan mediante un separador de orina y el uso de material de cobertura. El Trelino Evo S destaca como un inodoro de compostaje compacto y ligero, con un asiento ergonómico. Sus contenedores individuales permiten un fácil vaciado y limpieza. Está fabricado con materiales resistentes y reciclables, es una opción sostenible.
La empresa Woodio creó el inodoro Block con un material compuesto de madera que emite un 99% menos de gases de efecto invernadero que los inodoros de cerámica convencionales. Block es el primer inodoro del mundo hecho con este material sostenible y puede ser quemado para obtener energía al final de su ciclo de vida. Woodio ha estado produciendo aparatos sanitarios sostenibles con este material desde 2017.
Propelair es un inodoro ahorrador de agua. Tiene el aspecto de una wáter convencional, pero también funciona con aire comprimido. Una vez se ha utilizado, el usuario debe bajar la tapa para crear un sellado de aire. Primero se descargan 1,5 litros de agua, y luego aire comprimido es el encargado de arrastrar el contenido. Este inodoro funciona gracias al efecto Boyles.
La compañía Dyno-Rod (Reino Unido) promovió un concurso de ideas para buscar un inodoro saludable, que también fuera respetuoso con el medio ambiente. Los tres conceptos pre-seleccionados rompen con el diseño convencional del váter, siendo el ganador un modelo que facilita bastante su uso en la posición de cuclillas, considerada como la más apropiada.
Este artículo tiene que ver con el inodoro que inventaron unos científicos de la Universidad Tecnológica de Nanyang (NTU - Singapur). Es un sanitario...