La compañía LOLL Designs es la encargada de diseñar y producir estos muebles ecológicos de jardín. Están hechos con plástico del post-consumo al 100%. Cada mueble se compone de elementos recortados de láminas de HDPE (polietileno de alta densidad), que llevan aditivo de protección contra la radiación ultravioleta. Eso sí, vete preparando la billetera, porque son caros.
El diseñador Arihiro Miyake creó FORT. Es una partición ligera formada por piezas modulares, hechas de plástico reciclado, procedente de botellas PET. Las piezas se unen entre sí gracias a unos imanes. Hay tres tipos de módulos. La pieza que sirve de base es más ancha, para darle mayor estabilidad al conjunto. La que define los bordes es triangular, y la normal es cuadrada.
La compañía FlexibleLove está detrás de esta silla flexible, fabricada con papel Kraft 100% reciclable, y panel de fibra de madera recuperada. Es por tanto un mueble ecológico, resistente, que se adapta a las circunstacias, pudiéndose alargar para dar asiento a varias personas. Luego se comprime, y ocupa muy poco espacio. Es resistente al agua, pero hay que evitar mojarlo.
Los muebles reciclables Soapbox se montan sin utilizar herramientas, solo aplicando una presión entre las piezas (madera + acero) que lo componen. En esta colección hay Cajas, Mesas, y Estantes. Cada uno de esos muebles se produce en diferentes tamaños, también en 3 tipos de madera. Los elementos de acero pueden llevar acabado en color (polvo), o galvanizado.
Wolfgang es un banco de teclas. Es un mueble sostenible, fabricado de abedul, recubierto con más de 2.000 teclas recuperadas de teclados de ordenador. Sobre la madera se pegó un soporte reticular que sirve de base a las teclas, siguiendo la superficie alabeada del banco. Cada tecla se hunde, y hace clic.