La cocina es la parte de la vivienda donde más energía se consume. La mitad de los residuos producidos podrían ser tratados y reciclados, y el consumo de agua suele ser excesivo. Una cocina eficiente tendrá por tanto que comprender la manera en que sus aparatos consumen energía, el ciclo de vida de los alimentos que entra en él, y los residuos que genera.
Philips ya tiene su propuesta de cocina ecológica: Green Cuisine. La pieza clave de esta cocina verde es una mesa para comer que puede cocinar y enfriar. Incluye un fregadero, y un recolector de basura orgánica. Su superficie es sensible al tacto, con la peculiaridad de que no hay ningún punto sobre ella con una función definida, permitiendo por tanto que en cualquier zona se pueda cocinar o enfriar. Es posible mover un caldo de sopa a otra parte de la mesa para que siga con su cocción, y disponer de ese espacio para cortar alimentos, mientras una botella de vino se está enfriando en otra zona. Toda la superficie de la mesa está abastecida por energía.
Más detalles de Green Cuisine
Esta mesa es totalmente interactiva ya que unos círculos concéntricos y barras deslizantes aparecen en una interfaz gráfica para seleccionar intuitivamente el tiempo y la temperatura deseados. Una de sus esquinas es informativa, y muestra el monto de energía consumida en las últimas 24h. También la compara con las dos semanas anteriores, para hacer así un uso más responsable de ella.
El fregadero es también inteligente y evita desperdiciar agua mientras se calienta. Basta seleccionar la temperatura deseada y saldrá ya lista. Los residuos orgánicos se pueden almacenar en un cubo hermético que hay bajo la mesa. En aproximadamente dos semanas, se pueden conseguir bloques de abono, mediante un proceso de fermentación llamado bokashi. Cada vez que un bloque esté listo, la esquina informativa de la cocina nos lo dirá.
Otro punto importante de esta cocina ecológica es el concepto que Philips tiene de refrigeración. Aquí nos topamos con el frigorífico deconstruido. Consiste en tener compartimentos para cada tipo de alimentos, cada uno con la temperatura adecuada. Este diseño hace posible conservar la verdura con un mayor grado de humedad, en un recinto con ledes para favorecer la fotosíntesis.
Los ahorros energéticos y de agua son evidentes, solo falta que otros fabricantes recojan estos conceptos y pronto los veamos en el mercado.
En el momento de publicar este artículo aún no estaba a la venta. Su comercialización se espera para dentro de 3 ó 5 años.