No debe extrañarnos que cada vez veamos más aerogeneradores como los que aparecen en este post. Estamos convencidos que el futuro hará que empresas y particulares se preocupen bastante en generar su propia energía. Nos referimos lógicamente a un mundo con consumidores preocupados en producir energía. Esta turbina eólica se llama donQi, y está catalogada dentro de la categoría urbana. Fue desarrollada bajo la supervisión de la Universidad Técnica TU Delft (Holanda).
Este aerogenerador se diseñó para producir electricidad en entornos urbanos, donde el viento suele ser más débil. Por eso puede trabajar desde velocidades de viento de 8,5km/h (2Bft) hasta los 110 km/h (11Bft). Soporta rachas de más 200 km/h, aspecto éste muy a tener en cuenta. Gracias a que incorpora un silenciador patentado, es una turbina que no hará demasiado ruido. Por eso también puede ser apta para una instalación doméstica.
Más detalles de la turbina donQi
El rendimiento lógicamente dependerá de los vientos dominantes en la zona donde se ubique. Según el fabricante, puede llegar a cubrir el 75% de las necesidades de una casa Para ello es imprescindible el buen asesoramiento de un instalador, que fije la turbina en la mejor ubicación posible. Y por supuesto que realice los estudios previos necesarios. La turbina donQi se puede instalar tanto en cubiertas planas como en tejados inclinados (ver fotos). Cumple con la normativa vigente para mini aerogeneradores, y para inversores de baja tensión. Se entrega en color blanco, pero existe la posibilidad de personalizarla con motivos publicitarios, sobre todo si se va a poner en la vía pública. Este último aspecto también puede resultar interesante.
La empresa donQi nació con el objetivo de proporcionar soluciones de energía descentralizada y sostenible, lo más rentables posibles.
ACTUALIZACIÓN: el dominio donqui.eu ahora está dedicado a otra activad. Tampoco es posible ver lo que había allí hace años.
Me interesa adquirir estos equipos para comercializarlos en México A dónde puedo comunicarme? Saludos y gracias
Antonio Limón López