Casi todos los científicos del mundo están de acuerdo en que el uso de combustibles fósiles está cambiando nuestro clima. Pero lo preocupante es que esos cambios están siendo mucho más rápidos que cualquiera de los registrados hasta ahora. Hay datos que demuestran que clima y CO2 van de la mano.
Relación clima y CO2
Esta gráfica habla por sí sola. La concentración de CO2 en la atmósfera se ha venido incrementando desde la Revolución Industrial (siglo 18). La temperatura global registrada desde entonces se ha ido moviendo al ritmo de esa línea amarilla (CO2).
Cuando se consume energía para calentar o enfriar los edificios, para hacer funcionar determinados aparatos,… gran parte de esa electricidad se ha producido por la quema de combustibles fósiles. Se estima que la cantidad de dióxido de carbono liberado por la actividad humana es del orden de mil toneladas por segundo.
El dióxido de carbono (CO2) es un gas que provoca un efecto invernadero. Evita que el calor introducido por el Sol se escape hacia el espacio, en forma de radicación térmica. El calor atrapado por el dióxido de carbono calienta los océanos la atmósfera. Es un efecto que permite la vida en la Tierra, pero los cambios en las concentraciones de gases efecto invernadero pueden alterar la cantidad de calor que queda atrapado en la atmósfera.
Este artículo sobre la relación entre el clima y CO2 fue escrito a partir de este post de Phys.org.