La célula solar 3D creada por el Georgia Tech Research Institute (GTRI), ya está en la Estación Espacial Internacional (EEI). La intención es estudiar su comportamiento en las condiciones del espacio. Si supera la prueba, se avanzaría en su integración para futuros paneles fotovoltaicos más eficientes.
Test de prueba en el espacio para la célula solar 3D del GTRI
La gran ventaja de las celdas solares tridimensionales es que pueden capturar la luz desde cualquier ángulo. Esta estructura podría hacer que la eficiencia de los paneles fotovoltaicos aumentara significativamente. Pero también se reduciría su peso y tamaño. Para entender mejor cómo es la estructura de una célula solar 3D, no tenemos más que echarle un vistazo a las torres fotovoltaicas del MIT (del 2012). Pues bien, estas celdas son algo parecido, pero ‘a lo bestia’, y a nivel microscópico.
Las nuevas celdas creadas en el GTRI capturan la luz solar empleando una gran variedad de estructuras de ‘torre’ en miniatura. Son como una ciudad llena de rascacielos, pero de tamaño diminuto.
El módulo experimental lanzado al espacio, por un cohete Space X, llevaba 4 tipos diferentes de celdas solares:
- Una célula solar plana, del tipo tradicional.
- Célula plana basada en una composición con materiales baratos (cobre, zinc, estaño, y sulfuro). Esta estructura cuesta unas 1.000 veces menos que las realizadas con selenio e indio de algunas células solares.
- Celda solar 3D basada en telurio de cadmio convencional.
- Celda solar 3D de CZTS (cobre, zinc, estaño, sulfuro).
En total, se han llevado a la EEI 18 tipos diferentes de células solares, y serán puestas a prueba durante 6 meses.
Los científicos esperan que las nuevas celdas solares puedan mejorar la producción de energía en futuras naves espaciales. Jud Ready, uno de los investigadores del GTRI dijo que:
Queremos ver tanto el rendimiento atrapando la luz de nuestras células 3D, como la respuesta a la dureza del espacio. Si sobreviven en el espacio, que es más exigente en cuanto a cambios bruscos de temperatura, radiación, y otros muchos factores, entonces podremos estar seguros que funcionaran bien en la Tierra.»
Más información en este artículo de Georgia Tech.