El gobierno alemán tomó la decisión de cerrar varias centrales termoeléctricas de carbón, con la idea de reducir las emisiones de gases efecto invernadero, y alcanzar los objetivos medioambientales fijados para el 2020. En principio, esta medida afectará a 2.7 gigavatios de potencia, pero aún no se ha hecho pública la lista exacta de centrales que se pararán.
Alemania es probablemente el país que más en serio se está tomando la lucha contra el cambio climático. Pretende reducir las emisiones de carbono en un 40% para el año 2020 (comparado con las de 1990), de ahí su apuesta por las energías renovables (eólica y fotovoltaica principalmente). Y ahora este proyecto para cerrar varias centrales de carbón. Es importante señalar que los 2,7GW que se van a quitar son el equivalente al 13% de la capacidad total de las centrales que queman lignito en Alemania.
Por ahora parece que los mayores problemas con los que se va a enfrentar Sigmar Gabriel (ministro de energía alemán) van a ser los sindicatos y representantes de la industria del carbón, ya que dicha medida significaría la pérdida de unos 100.000 puestos de trabajo. Las compañías eléctricas también se han mostrado en desacuerdo, debido a la reducción de ingresos que ese plan supondría. Por eso no han tardado en pedir algún tipo de compensación/indemnización.
Las instalaciones de Jänschwalde (de 3GW) y de Niederaussem (3.9GW) están consideradas como unas de las centrales termoeléctricas más contaminantes de Europa, y no parece que estén incluidas en esa lista.
A partir de una noticia de Reuters.