El cliente de este proyecto había encontrado una casa en ruinas en un sitio magnífico de la península del Tiburón. Tenía la ciudad de San Francisco como telón de fondo, pero quería que su futura Tiburon Bay House fuera un edificio sostenible y digno de conseguir una calificación LEED Platino (la máxima posible).
Por ese motivo el diseño de la vivienda tomó como referencia muchas de las estrategias empleadas en la arquitectura ecológica. Se hizo uso de materiales reciclados y sostenibles. Por ejemplo, el muro de contención está hecho con restos de los cimientos de la casa original.
La instalación fotovoltaica le proporciona electricidad, y unas placas solares térmicas producen agua caliente sanitaria. Incluso posee un sofisticado sistema de reciclado de agua.
La organización de la casa no tiene mucho misterio, pues se repartieron en sus dos plantas los dormitorios. Las mejores vistas están arriba, por eso se ha dejado ahí el dormitorio principal (con baño), además de la sala, cocina, y comedor. Aparte hay otro dormitorio, baño, y un despacho. Un ancho puente exterior (que sirve como terraza) resuelve la entrada principal a la casa en un terreno bastante empinado. El piso inferior se organiza con el garaje, una sala familiar, almacén, cuarto de instalaciones, lavadero, un baño, y dos dormitorios.
El acabado interior se ve muy confortable y moderno.
Este proyecto lo ha realizado el estudio de Butler Armsden.