Esta entrada tiene que ver con la impresión 3D y la construcción, dos campos que parece cada vez van a estar más relacionados. La obra está inspirada en el sistema Contour Crafting (que imprime viviendas con hormigón). A partir de ahí Andrey Rudenko montó en su taller una impresora de tamaño más reducido para hacerle un castillo de juego a sus hijos.
Rudenko fabricó con su impresora varias partes del edificio. Luego las juntó y compuso la estructura completa. Está formada por muros de doble pared, arriostrados cada cierto número de hiladas con unas varillas metálicas. Para poder alcanzar esa precisión, tuvo que dar con un hormigón de cierta plasticidad, que permitiera crear capas de 20mm de anchura y 5mm de altura.
En su canal de Youtube hay más vídeos interesantes sobre este método constructivo.