Esta cabaña de madera se construyó en una zona de recreo alpino, situada a 1.300 metros de altitud. Está en la Isla de Vancouver (Canadá), y es accesible por un camino de grava durante 5 meses. El resto del año solo se puede acceder a ella por trineo. Este refugio debía servir de refugio durante la práctica del snowboard, alterando lo menos posible el lugar. Por eso está levantado del terreno, y soportado por seis troncos que atraviesan las dos plantas de la cabaña. Esta disposición es suficientemente segura para soportar la carga de nieve, resistir los vientos dominantes, y garantizar que su acceso quede libre con las fuertes nevadas.
Este proyecto está planteado para funcionar como cabaña completamente desenchufada de la red. Pero es preciso aclarar que se calienta con una estufa de leña. El revestimiento exterior se ha realizado con madera de cedro, que es más apropiado para favorecer la integración con el entorno. En cambio el interior presenta un acabado de madera de pino.
Como se puede observar en los planos de planta (abajo), el edificio tiene capacidad para cuatro personas. Hay dos dormitorios situados en el piso superior, además de un amplio estudio. Abajo hay espacio suficiente para una sala de estar con cocina y comedor, aseo, y sauna. Hay un porche en la entrada.
Esta cabaña de madera ha sido diseñada y construida por Scott & Scott Architects.