Este post trata de un estudio realizado por la Universidad de Bristol, y publicado en un artículo de la revista Nature. En él se revela que las estimaciones realizadas en el 2007 podían haberse quedado cortas. Nos estamos refiriendo al Fourth Assessment Report del IPCC, relativo al aumento del nivel del mar, a consecuencia del deshielo en las placas de Groenlandia y la Antártida. En otras palabras: al calentamiento global.
El hielo de Groenlandia y la Antártida viene a suponer el 99,5% del total que hay en el planeta. Si se derrite por completo supondría una elevación de 63 metros del nivel global de los océanos. Por eso su análisis es tan importante, para predecir la futura subida a la que una buena parte de la población mundial se podría ver sometida en las próximas décadas.
El estudio de Bristol recopila los realizados por los expertos (basados en modelos) usando la elicitación. Es una práctica empleada para la predicción de la erupción de volcanes, o la propagación de ciertas enfermedades. Las conclusiones estiman que para el año 2100 el deshielo de dichas capas supondría una subida media de los mares en 29 centímetros. Eso es superior a la que se creía en el informe del 2007. Dicho estudio señala un 5% de probabilidad de llegar a los 84cm. Eso implica que el riesgo de alcanzar el metro de subida del nivel del mar es más real de lo que se pensaba.
Este trabajo también da a conocer que los científicos no encuentran la causa del reciente aumento de pérdida de masa de hielo observada por los satélites. Es decir, si se trata de una tendencia a largo plazo (calentamiento global), o si es debido a fluctuaciones a corto plazo del clima.
Foto de la NASA.