Demoler un edificio para construir uno nuevo, por lo general significa una gran cantidad de escombros desaprovechados. Pero con imaginación y empeño, muchos de los materiales de esas antiguas construcciones se pueden reutilizar para hacer maravillas. Un ejemplo de ello se inspiró en los suelos de terrazo, esas baldosas que se conseguían con residuos de las canteras de mármol. En esta ocasión se hizo utilizando los escombros del edificio a demoler. La intención no era otra que la de fabricar con ellos un pavimento, el cual se colocaría en la nueva casa.
Se realizaron varias pruebas con diferentes materiales: ladrillos, tejas, azulejos, clavos y tornillos, y también vidrio. Para la fabricación de esas baldosas se empleó una mezcla con un 20-30% de cemento.
El siguiente vídeo describe muy bien el proceso llevado a cabo, basado principalmente en la recuperación de los ladrillos. Los de color amarillo se han triturado y tamizado, con el fin de utilizar luego ese polvo como pigmento. Los ladrillos rojos se han triturado y empleado como base en la composición del nuevo material. A la mezcla de cemento se le añade el colorante amarillo y el triturado de ladrillo, se mezcla todo muy bien y se vierte más tarde en el molde. Una vez secada, la nueva baldosa se pule, dando como resultado una pieza nueva, en la que se ha utilizado un 80% de material recuperado.
Estas baldosas de material reciclado han sido creadas por el diseñador David Hakkens.