Esta pequeña construcción se diseñó como oficina y espacio para alojar invitados. Se colocó en el jardín de una vivienda de Voorburg (Países Bajos), junto a un cobertizo de ladrillo que los clientes deseaban mantener. La nueva edificación debía respetar un presupuesto ajustado, así como el tamaño y altura para no tener que pedir licencia municipal.
Tanto por sus dimensiones (22,6m2) como por su funcionalidad y estilo, estamos ante otra de las oficinas prefabricadas que solemos analizar en este blog. Pero en esta ocasión el resultado es más rico en recursos. Su estructura de madera tiene la cubierta ligeramente inclinada, con revestimiento exterior también de madera. Lo mismo ocurre con algunas paredes de su interior. Hay un baño y una pequeña cocina, que están pintados de color rojo.
Unas celosías correderas en la fachada sirven para controlar la privacidad y entrada de luz natural en el interior del pabellón. Pero también dispone de una estupenda claraboya que ayuda a reducir el consumo eléctrico en alumbrado. Uno de los laterales está ocupado por una estantería de madera, y el mobiliario utilizado es estrictamente el necesario, incluido el sofá-cama.
Esta caseta para el jardín fue llevada a cabo por Bloot Architecture.