El proyecto de este artículo es otro refugio de uno de nuestros arquitectos noruegos favoritos, Tommie Wilhelmsen. Se trata de la moderna cabaña Hardanger, que fue construída entre los años 2002 y 2003 con el máximo espíritu ecológico. Está hecha con materiales elaborados sin aditivos tóxicos, y sorprendentemente aislada con un compuesto a base de papel de periódico reciclado. El revestimiento está realizado con madera de alerce tratada.
Hay varias cosas interesantes sobre este proyecto. Una de ellas es el rotundo e inconfundible perfil empleado, cuyas curvas afortunadamente se respetan en el interior. Se hizo posible gracias a los paneles moldeados de madera. El siguiente aspecto a destacar es la superficie delantera de madera, y sobre la que en parte se ‘apoya’ la cabaña. Se crea una práctica terraza para aprovechar las estupendas vistas al fiordo Hardanger. Es bastante hermoso el detalle del árbol. Y como viene siendo habitual en las obras de este arquitecto: un acabado impecable.